se adelanta y detiene.
El agua lleva en su orilla algunos recuerdos,
todos ellos del porvenir.
El sonido del viento,
de la arena,
que tiene un dedo puesto en la nostalgia presente,
incita a mi mente a divagar
a rendir mi vista a la turquesa,
a vaciar mi piel al cálido ritmo de la blancura,
a volar sobre las cosas,
a elevarme y ver todo con ojo de gaviota.
El tesoro del mar arremete contra la tierra,
se asoma entre los pliegues,
se distrae cuando llega,
gira cuando se abraza al mundo,
que le tiende las manos para alcanzarlo.
Todo surte efecto,
y me abandono a las ideas que nacen como nubes,
y que dictan un soplo de viento al corazón,
mientras la espuma resbala y salpica,
y mis dedos recorren la textura
que se confunde contigo,
con mis sentimientos
que van y vienen,
jugando con el sol que se tapa la cara,
haciendo gestos pequeños.
BlogsMéxico Blogueratura Blogarama Blog-directory Bitacoras.com
Etiquetas: Laberinto al Interior, Viajes