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miércoles, diciembre 21, 2005

4:41 p.m. - Vueltas

Para vaciar tus ojos me encontré con un suspiro. El suspiro me dijo que habías despertado entre violetas. Al llegar al campo, hallé que tus pasos se habían alcanzado con el mar.
La playa se acordó que en una caricia, había visto partir tus pies hacia la otra orilla.
Perdido en estos pensamientos, sentado de este lado, me fijé en una gaviota que me dijo habías regresado sana y salva.
Corrí por la espesura y salí a tu encuentro, pero sólo hallé tu fragancia esparcida entre estos girasoles al borde del sendero.
Y ahora voy cuesta arriba hasta mi hogar.
Sólo este deseo:
Encontrarte en el umbral y desquiciarte, desviarte y perderte hasta mis entrañas para que no te vayas a pasear nunca más.

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lunes, diciembre 19, 2005

6:48 p.m. - Un jardín

Las rosas se dejaron,
y el viento únicamente pasó de largo por mi jardín.
Ahora, no hay rojo, ni azul, ni verde, ni violeta,
sólo un gris amarillento perpetuo con trazas de color marrón,
que se enreda en los árboles y crece ahí.

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domingo, diciembre 18, 2005

4:12 p.m. - Una exigencia

Debo salir a verte.
Debo salir y abrir las ventanas para dejarte entrar. Debo salir y meterte por los poros para que te sientas a gusto en mis venas. Para que te sientas a tus anchas en la ateria que sube por mi cuello y llega hasta mi sien derecha. Esa que se expande cada vez que estoy molesto, exitado o ansioso. Esa que me dice que ya llegaste y estás a punto de llegar ó que estás a punto de hablarme por teléfono.
Debo abrir la puerta y dejar que entre el aire, que se ventile un poco la habitación para que se filtre tu perfume por todas las ranuras, por las hendiduras, por toda la superficie, para que esta llama que arde, se avive cada vez que abres tu boca para decir mi nombre hasta el desmayo.

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martes, diciembre 13, 2005

9:18 p.m. - Papeles de Viaje

¿Si te traigo de regreso, olvidarás todo y te quedarás aquí para siempre?
Anotaciones perdidas de un viajante sin brújula

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domingo, diciembre 11, 2005

10:24 p.m. - Por la mañana

¿Qué se podría hacer para llevarte a la persona querida en tu desplazamiento matutino por esas calles de Dios?
Pues alguien me dijo que en un licuado con un poco de vainilla y canela era la mejor opción.
La desmenuzas con cuidado hasta sólo dejar los nervios, los cartílagos y los tejidos más complicados. Hay gente que sólo opta por el corazón a falta de tiempo. Eso del desayuno por las mañanas es una cosa mortal...

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jueves, diciembre 08, 2005

11:14 a.m. - Tus noches

La sábana que me cubre el rostro únicamente me deja entrever tu silueta desnuda, la cual se extiende bailando entre sombras.
Sobre todo vienes de noche,
cuando te cubro de flores que sólo se abren con la luz de una luna desnuda,
abierta, petrificada de miedo,
de virginidad,
y cuya piel argentina me envuelve en silencio.

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miércoles, diciembre 07, 2005

11:11 a.m. - Interrogación

¿Sabes por qué te amo más que nunca jamás?
  1. Por todas nuestras desaveniencias
  2. Por todas nuestras locuras
  3. Por todos nuestros errores
  4. Y simplemente, porque estás aquí...

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martes, diciembre 06, 2005

9:18 p.m. - Una disculpa

Debido a causas de fuerza mayor, el blog anterior y cuya dirección y RSS era el mismo que este dónde se ubica ud., tuvo que desaparecer y ser dado de alta nuevamente.
Mil Disculpas por los inconvenientes que esta obra pudo haberle ocasionado.
Un saludo,

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9:08 p.m. - Papeles de Viaje

Si vienes desde lejos dejame decirte que el viaje de regreso es más largo.
Perdidas memorias de un extraviado viajante

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9:07 p.m. - ∞ eL SaLTo ∞

Hoy me dí cuenta que las esquinas en las calles de la gran ciudad me dan vértigo. Es como elevarse en viaje por avión a algún paradisiaco lugar y darse cuenta que no quieres llegar, pues acabas de descubrir, a través de la ventanilla, que lo único que quieres es aventarte desde esa gran altura, para ver que pasa allá abajo. Sin paracaídas -claro eso significaría el suicidio, la muerte segura- pero no es eso lo que llama poderosamente la atención, sino es el simple hecho de desear aventarse para ver que hay abajo, no conciencia, sólo un anhelo por caer.
Las calles se abren como ríos, como nubes que no dejan que uno piense más allá de sus narices, sólo están allí, esperando que algún incauto como yo, se acerque lo suficiente para dejarse ver en todo su frugal esplendor. Listas, para que alguien precisamente como yo, se recomiende unas vacaciones en el País de Nunca Jamás, y no regresar a esta dura superficie hasta después de algunos milenios, a ver que fue de esa consabida y malhadada raza humana.
Varios aviones zurcan mi línea de visión antes que decida con valentía aventarme.
Bueno, cruzar la avenida Insurgentes siempre ha sido una empresa difícil.

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9:06 p.m. - Papeles de Viaje

No cabe duda que me perdí en el mar de tus ojos color castaño. Eso sin dejar de lado el descompás que me producen tus caderas.
Perdidas memorias de un extraviado viajante

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8:58 p.m. - Las manecillas del reloj

Este acontecimiento lo marcaría de por vida. Nunca había sido un tipo sensato, pero eso de creer y acercarse al aparato receptor para hacer caso de alguien que le llamaba desde dentro, no era su idea de tener sentido común. Pero en fin, el siempre se había caracterizado por ser un tipo totalmente atípico. Él nunca había sido un líder. Nadie le seguía, él no era de esos individuos a quienes autores como Carlos Cuauhtémoc Sánchez y Miguel Ángel Cornejo tanto se refieren o dan por llamar "personas etzelentes". No, él sólo era él y ya. Nada de secretos, nada de misterios, sólo era y ya.
Sin embargo, ver a esa mujer le producía calosfríos ese tipo de estremecimiento que produce el saberse en tierra desconocida, aquella donde nadie ha pisado jamás. Recordaba las palabras de su madre que decía: "Aviéntese m'ijo, la vida es de los aventados". Pero no era porque fuese una experiencia extraña o de ultratumba, no. Era porque nunca había tenido problemas de ninguna especie, nunca había tenido roces fuertes o verdaderos con nadie, eso o los había evitado lo más posible. Únicamente había tenido un enfrentamiento con la hija del conserje de la escuela primaria, pero de eso ya tenía varios años. Nada de consideración. Todo el problema había surgido por diferencias de opinión respecto a la honestidad del padre de aquella niña, ahora casi olvidada. Las cosas se presentaron así, porque él había visto como el padre de aquella infante tomó sin decirlo, varios refrescos de una caja que estaba destinada a venderse en la cooperativa de la escuela. Se los había enbolsado y él lo había visto todo. No obstante, que decidió guardarse lo que sabía, era amigo de la hija de ese velador. Todo ello le vino a la mente, en ese preciso instante. No podía creerlo ¿Por qué acordarse en ese momento de esa situación?
Se veía tan lejana ahora.

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8:57 p.m. - Papeles de Viaje

Si te vas a quedar por siempre, voy a empezar por olvidar salir de estas cuatro paredes.
Memorias perdidas de un viajente extraviado

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8:56 p.m. - El domingo en la fuente

Pensando en tí, llegué hasta la fuente de Coyoacán. La brisa me despertó de mis ensoñaciones. Verte correr con las palomas junto a la iglesia, me hace recordar que siempre has estado en mí. No cabe duda, el domingo es un día hermoso, pero sólo porque estás conmigo.
-Oye corazón, ¿No quieres un algodón de azúcar?
-Sí, pero que sea azul...

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8:52 p.m. - El sentido de las manecillas del reloj

Era un día cualquiera. Las casas alrededor tenían algo de la luz del sol del atardecer, aunque el viento era un poco gélido, debido a que era mediados de octubre. Las reminicencias del verano se habían extinguido con las últimos estallidos de los fuegos artificiales del 16 de septiembre. Sin embargo, el sol aún era cálido, era uno de esos días en los cuales flotaba cierta flojera en el ambiente. Ese tipo de languidez que se presenta después de comer, en una de esas horas muertas de alrededor de las 5:00 pm.
Me levanté un poco sólo para alcanzar el control de la televisión. Sin duda alguna, el mayor invento del hombre en el siglo 20, ¡bendito el control remoto! Cambié algunos canales para ver la programación que era transmitida por televisión abierta, pero no encontré nada que valiera la pena. Y de repente me detuve. Algo he hizo percatarme que envuelta en una suave túnica blanca, estaba una mujer. Ella estaba en cada una de las imágenes frente a mí y me llamaba, pero sólo hasta que le día una vuelta completa a los canales me percaté.
La situación no podía ser más extraña. Viendo televisión, esa mujer de mediana edad me hacía señas, bueno, podía ser que le estuviese haciendo señales a alguien más al otro lado de la cámara, alguien imperceptible desde mi punto de vista. No obstante al mover los canales la ví una vez más. Apreté los botones otra vez y allí estaba ella, nada más que ahora detrás de una persona que pedía un medicamento para el dolor de cabeza en una farmacia. Me llamaba a voces indicándome con el dedo que me acercara.
Sin querer ví el reloj en la pared eran exactamente las cinco.

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8:51 p.m. - No sé

No sé, pero siempre que te digo sí, resulta que el perdedor soy yo. Si te digo que no, también resulto dañado. No sé que hacer.
Me gustaría tener alguna clave, pero ciertamente, sólo puedo decir que tener una mujer adorable como tú tiene su costo.
Soy feliz, pero la confusión de la que a veces me haces presa, me revuelve los sesos hasta los cimientos.
No sé, simplemente no sé, pero a pesar de todo, de los malentendidos, de las peleas y los equívocos, supuestos y debates, me haces inmensamente feliz.

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8:50 p.m. - Recién

Recién te dije que desempacaras tus cosas, empezaron los problemas.
Ver tu cepillo de dientes cerca del mío, me causó ciertos escalofríos, para qué mentir.
Ví toda mi vida de golpe. Definitivamente, cuando era aún un mozalbete, nunca me imaginé todo esto. En ese entonces, mi ideal para el futuro no era este. NO era este.
De repente, abrí los cajones de mi cómoda y ví tu ropa interior guardada dentro. No sé, cómo que súbitamente me faltó espacio. Me faltó el aire en la nariz. La paredes de mi casa se empezaron a estrechar como en una película de horror. Más bien, el tipo de encuadre que hacen: un rápido close-up al rostro del individuo a cuadro con un rápido dolly-out para llegar a una toma knee-shot, todo ello dando una sensación de vértigo.
Para aumentar mi malestar general, Nina Mi gata -esa traidora- rápidamente se acostumbró a tí. Era como si siempre hubieran vivido juntas.
¡Hasta te llegó a pedir de comer!
No cabe duda, estaba arrinconado.
Después de irnos a la cama, hacer el amor y quedarnos dormidos, desperté. Recién me acomodé, percibí tu calor en mi lecho, tus formas femeninas, tu presencia en mi cama. Sin dudarlo te abracé. Tu correspondiste con un mmm suave y moviste tu cuerpo hacia mí.
Y ya, fue todo.
No más dudas, no más paranoia. No más pretextos. Allí estaba yo sosteniendo una paloma en mis brazos. No había más que decir.
Una mujer para mí solito, -yo, quien siempre había andado solo y me había acostumbrado a ello- ahora contaba con alguien más. Ya no me importaron tus neurosis y cambios de opinión, tus palabras guardadas sin respuesta a mis preguntas y tu forma de hacer el desayuno en la mañana -sólo quesadillas y sandwiches de jamón con queso-
Sin duda, nadie, ni yo mismo imaginé que después de algún tiempo todavía estuviesemos aquí departiendo y compartiendo esas pequeñas cosas y decisiones que componen Nuestra Vida.
Gracias

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8:49 p.m. - Papeles de Viaje

No sé porqué, pero perdí mi sentido de orientación desde la primera vez que te ví.
Memorias perdidas de un viajante extraviado

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8:48 p.m. - Tres pedazos

Tres pedazos cayeron del cielo,
únicamente tres,
sólo vinieron tres para decirme que hoy es el día,
esa fecha bajo la cual habré de dormirme en tu regazo,
ese destino por el cual romperé mi sino,
esa estrella funesta bajo la cual se amparó mi nacimiento.
Hoy se quebrará el ojo furioso de las bestias,
la susodicha sapiencia de los hombres,
hoy es el día para tomarte y guiarte por los senderos
por la nueva brecha que abrirán nuestros pasos,
ya no furtivos,
sino nuestros,
ya no divididos,
sino en nosotros.
Tres pedazos cayeron,
un alivio y un rescate vinieron del cielo.

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8:04 p.m. - Una dificultad

Si tú crees que venir aquí a darte coba es suficiente, te equivocas. El sólo pararse aquí es difícil y complicado. Ni que decir de tu sarcasmo. Pero heme aquí dispuesto a extenderte como un plano, como a un animal recién disecado y listo para el estudio.
Las vértebras de tu espalda me han dejado perpelejo, no cubren el perfil de alguien que supuestamente debe considerarse humano. De hecho, si un experto viniese a develarte estaría de acuerdo conmigo: “No eres de este mundo”
Debes ser marciana o algo así.

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8:03 p.m. - Aunque

Aunque definitivamente, me resistí a este impulso, de ahora en adelante escribiré cosas varias que se me ocurran y que-no-tendrán-que-ver con quejas, sugerencias, afirmaciones o negaciones directas de un servidor con el "mundo real".
Así pues, dedicaré este espacio al ejercicio personal de las letras varias que invaden mi mente y corazón.
De otra forma, prosa y desprosa, narrativa desnarrada y goles varios.
Salud!

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7:46 p.m. -

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