Me deleito en tus fulgores,
como lo hace el sol delante de la flor,
simplemente te degusto,
como se sabe,
debe hacerse con los manjares más suaves,
carnosos y de coloreada tersura.
Sé que estás presente en todos mis rincones,
en los picos escarpados,
en todas las nubes que revolotean negras en la cumbre,
en los nidos de las ramas,
en los secretos con olor a papel viejo,
en las fotografías en blanco y negro,
en las miras que pongo sobre el cielo,
en las estrellas que se ponen antifaz.
como lo hace el sol delante de la flor,
simplemente te degusto,
como se sabe,
debe hacerse con los manjares más suaves,
carnosos y de coloreada tersura.
Sé que estás presente en todos mis rincones,
en los picos escarpados,
en todas las nubes que revolotean negras en la cumbre,
en los nidos de las ramas,
en los secretos con olor a papel viejo,
en las fotografías en blanco y negro,
en las miras que pongo sobre el cielo,
en las estrellas que se ponen antifaz.
No me preocupa perderte,
pues te sé adentro,
y no me tientes,
y no me tientes,
porque a la entrada del tiempo
hay una puerta que no deja entrar a cualquiera,
y que selecciona por afición,
hay una puerta que no deja entrar a cualquiera,
y que selecciona por afición,
aves pasajeras.
Indícame cuál será tu destino,
pues me aficioné a tus andares,
que sigilosos seguían mis pensamientos,
a tus avatares dudosos,
que sigilosos seguían mis pensamientos,
a tus avatares dudosos,
que se deslizan sobre este filo mortal.
Te abarcaré, limitaré y sondearé,
hasta el borde mismo de los ojos,
donde podré hallarte, para atraparte,
orillarte hasta que no puedas más,
hasta vencer todos tus demonios,
donde podré hallarte, para atraparte,
orillarte hasta que no puedas más,
hasta vencer todos tus demonios,
Etiquetas: Paseos varios